Por la tormenta que se desató entre la tarde del miércoles y madrugada del jueves, la Municipalidad de La Caldera activó con éxito el protocolo de emergencia y solucionó las complicaciones que vivieron algunos vecinos por la crecida de arroyos y ríos.

No hubo evacuados ni daños de gran envergadura.
Carlos Mercado, secretario de Gobierno, informó que desde el Comité de Emergencia Municipal (COEM) pusieron a trabajar las máquinas de la municipalidad, retroexcavadora, pala y vehículos oficiales para asistir a los vecinos que les ingresó agua a sus viviendas y a quienes quedaron imposibilitados de ingresar o salir de sus domicilios.
“Por el protocolo de emergencia, el personal asignado para trabajar en estas circunstancias ya estaba en alerta, lo que facilitó las tareas al momento de ocurridos los hechos y que se acortaran los tiempos de asistencia, que al ser diversos nos dificultó llegar inmediatamente. Acudimos a la zona de acceso al Balcón de Getsemaní donde las condiciones fueron de mayor envergadura, zona de Santiago Apóstol donde vecinos sufrieron el ingreso del agua al domicilio. En el caso de los arroyos, el Guaranguay y el Durazno, el problema no fue tanto por los desbordes sino el impedimento a los accesos, que dejó varada a gente de ambos sectores”, señaló el funcionario.
Las primeras acciones que llevó a cabo el COEM fueron preventivas, ya que algunas personas pretendían cruzar los arroyos cuando estos estaban crecidos.

Ante esto Mercado dijo que en estos casos las acciones fueron “instar a los vecinos a esperar a que el agua cese un poco para empezar y facilitar el ingreso a los barrios, por ejemplo, a zona el Nogalar esto demandó un lapso de 2 horas aproximadamente. A partir de horas 22:30 comenzó el paso de vehículos de mayor porte”.

Trabajos en zona sur
En Nogalar se trabajó hasta las 2 para permitir la circulación peatonal y vehicular de los vecinos. “Se acondicionaron los pasos de forma provisoria con asistencia de los bomberos, estuvimos con ellos hasta las 2 de la madrugada. No quedó gente sin poder pasar la noche en sus vehículos, la gente que dejó sus vehículos se retiró a dormir a otros domicilios. Fui el último en retirarme del lugar y no quedó nadie”, explicó Mercado.

Las tareas de acondicionamiento de los accesos continuaron en la jornada del jueves. Las mismas se concretaron en El Balcón de Getsemaní, ruta nacional 9, La Calderilla, Gallinato desde el kilómetro 1616 a 1623 y en los lugares donde la tormenta provocó daños.

Con la ayuda de la empresa Super Cemento, que prestó maquinarias y vehículos, se despejó la subida al Cristo. También se acondicionan el canal principal que culmina en la plaza, se trabaja en el arroyo El Manzano y en la pasarela.

Por su parte, el titular de Obras Públicas, Oscar Sarapura indicó que hubo derrumbes en la ruta que va hacia el Dique Campo Alegre y en zona de La Calderilla, dónde se trabajó para el despeje y ya se encuentra transitable.

Haciendo un balance del trabajo realizado, Mercado dijo que “a pesar que no tuvimos luz y la comunicación era dificultosa se trabajó coordinadamente. Agradecemos a la gente que pedía calma ya que pudimos actuar con calma en medio de esta emergencia. Sin embargo, tuvimos que lidiar con los curiosos que poniendo en riesgo sus vidas se ponían al borde de la barranca para sacarse una selfie, esa ha sido nuestra mayor preocupación, la integridad de estas personas”.

Por último, Mercado también resaltó el trabajo que realizó bomberos, “agradecemos la presencia de bomberos, que estuvieron hasta altas horas de la noche. Muy bien por su compromiso. Desde temprano estaban abocados a la caída de un árbol que cortó el camino llegando al loteo El Durazno”.